La gastronomía es uno de los pilares en los viajes y cada vez más destinos turísticos incluyen propuestas para comer y beber, así como rutas temáticas vinculadas con los sabores típicos y productos regionales.
Aprovechando esta tendencia mundial, la provincia de Córdoba presentó oficialmente El Camino del Olivo, que invita a los viajeros a explorar los olivares de las sierras cordobesas, degustar las aceitunas y los aceites de oliva extra virgen y recorrer algunos de los emprendimientos.
Después de unas vacaciones de invierno en las que la Agencia Córdoba Turismo registró un crecimiento interanual del 27%, la provincia apuesta ahora a esta ruta para quienes busquen saborear y conocer más a fondo la producción de aceites de oliva y aceitunas.
La propuesta turística se extiende a lo largo de 170 kilómetros, partiendo de Cruz del Eje y atravesando el Valle de Traslasierra. El recorrido incluye Luyaba, Villa Las Rosas, Las Tapias y La Paz.
Una ruta de sabores en Córdoba
En el noroeste cordobés, los visitantes pueden disfrutar en Cruz del Eje de las extensas plantaciones de olivo que producen algunos de los aceites de oliva y aceitunas de mesa más finos del país.
Algunos establecimientos brindan servicios turísticos, como recorridos guiados para conocer los procesos productivos y participar en degustaciones con sabores únicos de la zona.
El viaje por el Camino del Olivo de Córdoba continúa hacia Villa Las Rosas, Las Tapias, Luyaba y La Paz, en el Valle de Traslasierra. Allí los olivares se integran en armonía con el entorno, ofreciendo «paisajes increíbles y una experiencia agroecológica auténtica».
Además, la región ofrece una variedad de actividades complementarias: talleres de cocina, mercados de productos y rutas de senderismo que enriquecen la propuesta, convirtiendo al Camino del Olivo en una experiencia turística inolvidable.
Las condiciones de la región y las variedades que se destacan
Esta provincia cuenta con las condiciones geográficas y climáticas ideales para el cultivo de los olivares.
Entre las variedades más destacadas se encuentran la Arauco, conocida por su tamaño grande y sabor suave, ideal para aceitunas de mesa y para aceite de oliva.
A su vez, la Arbequina tiene un perfil afrutado y suave, y la Nevadillo es reconocida por su sabor afrutado, con notas de hierbas y un toque amargo.
También se distinguen la Picual, que aporta un aceite intenso y afrutado, y la Frantoio y la Manzanilla añaden una dimensión internacional a la oferta local.
Cómo recorrer el Camino del Olivo
Cruz del Eje puede ser el punto de partida, con cuatro establecimientos donde los visitantes pueden acceder a recorridos guiados que muestran en detalle el proceso productivo y ofrecen degustaciones con los sabores característicos de la zona.
Verde Cosecha, Aceitunas Alvarez, Fincas de Cruz del Eje y Soliva son parte del itinerario de esa ciudad.
En el área Noroeste, Villa de Soto y Paso Viejo también ofrecen a los turistas visitas a las plantaciones de olivo.
El Camino del Olivo continúa por Traslasierra, en Villa de Las Rosas, con Olium; Las Tapias, con Le Sommelier; Luyaba, con Chacras de Luyaba, Olivate, Sierra Pura y Abra de los Olivos; y La Paz, con Olivida.
Aquí es donde Diego Niembro, hijo del periodista deportivo Fernando Niembro, se dedica a la producción de aceite de oliva extra virgen. Chacras de Luyaba, su blend de cuatro variedades de aceitunas (arbequina, manzanilla, picual y nevadillo) fue reconocido como el mejor del país en la última edición de la feria Caminos y Sabores.
En cada una de estas fábricas olivícolas, sus propios dueños o guías especializados explican cómo se elabora el aceite, sus características y sus propiedades.
Además, la región ofrece una variedad de actividades complementarias, como talleres de cocina, mercados de productos y rutas de senderismo que enriquecen la propuesta.
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