En el sur de Brasil, Santa Catarina es uno de los destinos favoritos de los argentinos por la cercanía (se puede llegar en avión, bus o auto) y la gran variedad de playas para todas las edades, infraestructura turística y entornos naturales.
Este estado tiene una gran diversidad de paisajes compuestos por manglares, lagunas, dunas, cerros y pequeñas islas, junto con las 42 playas que se destacan en la región.
Y su capital, Florianópolis, tiene una geografía única, dividida en una isla costera y una pequeña península continental: parte de la ciudad es un área de preservación ambiental, con playas rodeadas de cerros cubiertos por vegetación de la Mata Atlántica.
Con tradiciones culturales, artesanías y arquitectura que combina lo antiguo y lo moderno, Florianópolis es una de las cuatro ciudades brasileñas que forman parte de la Red Internacional de la Unesco como Ciudad Creativa de la Gastronomía.
Para conocer un poco de la historia que también se relaciona con la gastronomía se puede visitar el Mercado Público -un edificio histórico construido en 1899 en el centro de la ciudad- y en sus puestos de pescado, bares y restaurantes es posible degustar diversos platos típicos, como las empanadas de gambas o berberechos y las ostras tradicionales de la región.
De hecho, le dicen la “Capital de la Ostra” y hay granjas abiertas a los visitantes donde se puede conocer los cultivos y degustarlas.
El centro histórico, con sus calles adoquinadas y arquitectura colonial, alberga la Catedral Metropolitana,mientras que el Puente Hercílio Luz es un ícono arquitectónico, en un estado que ha tenido una fuerte influencia de inmigrantes alemanes, italianos, portugueses y azorianos.
Es este destino tan completo y con mucha demanda en temporada alta, a veces no se sabe qué playa elegir más allá de las súper concurridas Canasvieiras o Ingleses.
Por eso, a continuación, elaboramos un listado de cinco playas que no defraudarán.
1) Daniela
Tranquila y familiar, esta playa es una península pequeña, como una punta de arena con vegetación que se mete en el mar.
Como todos los balnearios del norte de la isla, aquí hay más servicios turísticos que en el sur. Porque Praia da Daniela se encuentra en un barrio de casas de veraneo a unos 3 km hacia el sur de Jurerê -sin las multitudes de su famoso vecino-, a 15 km de Canasvieiras y a 26 km del centro de Florianópolis.
Bañada por las aguas tranquilas y cálidas de la bahía norte, es ideal para quienes van a la playa con chicos y/o adultos mayores. Allí se pueden alquilar sombrillas y reposeras para pasar el día, y hay carritos de jugos, bebidas alcohólicas, helados y sandwiches, entre otras cosas.
¿Qué hacer en esta comarca? Pasear por la playa, pescar y descubrir la belleza natural que esconde el manglar, la principal vegetación de la zona.
2) Lagoinha
Predominan los morros y el verde de la vegetación, con un paseo marítimo con edificios bajos. El nombre oficial es Lagoinha da Ponta das Canas, para diferenciarla de Lagoinha do Leste.
Es una playa para ir con niños, ya que la franja de arena es amplia, el mar es tranquilo y la densidad de población es menor que en otras playas del norte.
A 35 km del centro, el balneario se ubica cerca de playas como Canavieiras -muy concurrida-, Cachoeira de Bom Jesus o Ponta das Canas.
En cuanto al alojamiento, hay un antiguo pero acogedor hotel cerca de la playa, muy buscado por los argentinos, el Antares Club Lagoinha. Y en la colina de la derecha está la Pousada da Vigia.
3) Praia Brava
Una larga pasarela conduce a una de las mejores playas para surfear de la isla de Florianópolis.
A unos 37 km del centro, se llega a esta playa tomando el camino hacia Canavieiras y Ponta das Canas, pasando Lagoinha. Es una zona de condominios nuevos, con apartamentos de 1 y 2 dormitorios que ofrecen a los turistas buen alojamiento con servicios, seguridad, piscinas y parques.
El nombre de esta playa se debe justamente a que sus olas son fuertes, lo que atrae a los surfistas y gente joven.
Las aguas son limpias, la playa es amplia y suele haber paradores, carritos que preparan licuados y cocteles, música, y eventos con DJs y bandas. En este lugar fue muy famoso el primer chiringuito «Kioske do Pirata», pero fue derribado en 2012.
Para comer, en la orilla hay carritos de choripán con carne de cerdo, pollo y vaca, así como heladeros, choclos y vendedores ambulantes de bolsos, sombreros y vestidos.
4) Santinho
Hacia el noreste de la isla, esta playa es similar a Brava en cuanto a la extensión de la arena, el paisaje rodeado de cerros verdes y el mar con olas que disfrutan los amantes del surf.
Con unos 2 km de largo, es considerada una de las playas más limpias de Florianópolis.
Si bien es una playa tranquila, ideal para desconectar de la rutina, el lugar cuenta con servicios, bares y restaurantes que sirven bocadillos, mariscos y bebidas.
En la temporada de verano, los jóvenes juegan al fútbol y al vóley. En lo alto hay un sendero para caminar de dificultad bastante sencillo, con miradores de madera. Y también hay escalones y un camino de tierra más empinado y más exigido para contemplar la inmensidad de la naturaleza.
5) Barra da Lagoa
Apacible, amable, alegre. Al llegar a Barra da Lagoa se divisa el puente pintado de azul sobre el canal de aguas cristalinas por el que navegan las embarcaciones mientras algunos turistas se se dan un chapuzón.
Destino ideal para los pescadores y los amantes del snorkel, Barra da Lagoa propone un ambiente descontracturado con infraestructura y morros verdes.
El puente peatonal lleva a los visitantes hasta las codiciadas piscinas naturales y hay que recorrer un sendero que demanda unos 20 minutos. Primero se llega a Prainha, una playa pequeña pero muy linda donde también se puede pasar el día bajo una sombrilla.
Se baja a las piscinas por unas grandes rocas. Se recomienda llevar zapatillas para no resbalarse, y averiguar cómo están las mareas porque no siempre se encuentra el mar calmo.
Un buen dato: en noviembre, diciembre, marzo y abril el clima es cálido y bastante estable, y como plus, hay menos turistas y los precios son más económicos.
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