Y tocó para los vecinos.
La casa donde pasó su infancia el argentino más importante de todos los tiempos es un punto emblemático de Villa Fiorito. Hoy en día, tras la muerte del futbolista, la casa se convirtió en un santuario.
Hasta allá se dirigió el músico Manu Chao, maradoneano de ley y con guitarra en mano, para tocar un par de canciones y sacarle una sonrisa a los vecinos del barrio.
¿Cuál fue el repertorio? El mejor: “Santa Maradona” -el clásico de Mano Negra– y de “La vida tómbola”. Ambas dedicadas al 10.
Al terminar el show, Manu Chao agradeció al público y expresó su emoción: «En casa de Diego. ¡Fiorito en el corazón! Inolvidable!!! Cuánta emoción, cuánto cariño«.
A principios de año el músico había ido a conocer la canchita de fútbol donde dio sus primeros pasos Maradona, hoy conocido como “El potrero de Dios”.
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