La avena se convirtió en un cereal fundamental por sus beneficios para la salud, al punto que los nutricionistas lo consideran un superalimento ideal para incluir todos los días en el desayuno.
«Es fundamental seleccionar de forma adecuada los alimentos que vamos a sumar a nuestra dieta diaria, acompañado de actividad física y otros cambios de hábitos, explican desde Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
En esa línea, el consumo de un cereal como la avena repleto de propiedades, resulta un remedio casero sumamente efectivo para la prevención de enfermedades y la mejora de ciertas afecciones.
Propiedades de la avena
La avena (Avena sativa) es un tipo de cereal integral cultivado por su semilla comestible, que se consume desde la antigüedad y en la actualidad se produce en especial en América y el norte de Europa.
Como sucede con gran parte de los granos, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) resalta su aporte de carbohidratos. Por este motivo, se considera un alimento energético ideal para arrancar el día con toda las fuerzas.
Asimismo, contiene una importante cantidad de proteínas, fibra y algunos micronutrientes como vitaminas y minerales.
A la vez, conviene tener en cuenta que el aprovechamiento que hace el organismo de ella dependen del tipo de avena.
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Los especialistas señalan que otorga al organismo hidratos de carbono de absorción lenta, fibra, proteínas, vitaminas y minerales.
De acuerdo a lo que señalan desde Harvard School of Public Health, la avena menos procesada (granulada o cortada en acero) tarda más en digerirse, lo que se traduce en un índice glucémico más bajo que las procesadas (como la instantánea, por ejemplo).
Por tal motivo, antes de tomar una decisión vinculada a la alimentación, siempre es importante consultar a un médico o nutricionista para que brinde su mirada profesional según cada persona.
Qué beneficios tiene comer avena a la mañana
El consumo de avena de forma regular cuenta con varios puntos fuertes vinculados a la salud, siempre que sea en el marco de una alimentación equilibrada: esto es, sumar frutas, verduras, legumbres, carnes y lácteos, entre otros.
«El contenido en hidratos de carbono de la avena es similar al de otras semillas, en torno al 60%. Se trata en su mayor parte de polisacáridos de absorción lenta, que proporcionan mayor sensación de saciedad después de comer, y van aportando energía de manera moderada pero constante», resume Cuerpo Mente.
Su aporte de proteínas (13,8%) es el más alto entre los cereales. Consumirla junto a una legumbre, cocinada por ejemplo con leche de soja o con lentejas o alubias, permite obtener proteínas más completas.
Rica en minerales y vitaminas B. Una ración de 50 gramos de copos de avena integral aporta el 25% del fósforo diario, el 20% del magnesio, el 15% del hierro, el 50% del manganeso y el 22% de la vitamina B1.
Todavía hay más, ya que suma algo de potasio, calcio, selenio, silicio, cobre, cinc y vitaminas E, B2 y B3, así como antiinflamatorios como las avenantramidas.
De acuerdo a un estudio en la publicación de los Institutos Naciones de Salud de Estados Unidos (NIH), las personas en cuyas dietas se incorpora más cantidad de esta parecen tener un riesgo menor de padecer ciertos problemas de salud:
- Enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular
- Algunas patologías gastrointestinales
Controlar el peso corporal y reducir los niveles de colesterol. Son dos aspectos que señalan desde la Asociación Americana del Corazón, entre los principales efectos de la avena se encuentran ayudar a
Ayudar a controlar el azúcar en la sangre. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que, debido a que la fibra no se digiere, no provoca un aumento repentino de azúcar en sangre.
Proporciona antioxidantes. La avena contiene otros elementos con una actividad no nutritiva. Uno de estos son las avenantramidas, un compuesto que solo se encuentra en este cereal, destacan en Mejor con Salud, de AS.
Junto a los tocoferoles y los flavonoides, son las que le otorgan una gran capacidad antioxidante contra los radicales libres.
Cómo se come la avena en el desayuno
La avena es un cereal ideal para consumir en el desayuno. La forma más común de comerla es el porridge, o gachas, pero hay otras muchas recetas.
También se puede tomar mezclada con yogur y frutas, con magdalenas, tortitas o, incluso, en batidos.
Un artículo publicado en MediceneNet marca que en algunas personas «puede causar gases e hinchazón». Es por ellos que conviene consumirla de manera moderada.
«En lugar de comer un plato de avena, comenzar con un cuarto de taza y aumentar lentamente. Esta es una buena técnica para minimizar los problemas de digestión y ayudar al cuerpo a adaptarse», explica la doctora Jasmine Shaikh, autora de la nota.
Además, alerta que puede ser «una opción poco segura para las personas celíacas» dado que puede estar contaminada por cereales integrales que contienen gluten como el trigo, centeno o cebada.
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