8 de diciembre de 2024

Un restaurante de campo, una antigua Aduana de Carretas y la inmensidad del campo en una escapada a La Invencible


A 200 kilómetros del Obelisco, la esquina de Ramón Garay e Intendente Osmar Lalla puede que no llegue a generar ninguna resonancia en quien jamás haya puesto los pies en La Invencible.

Pero para los vecinos y la gente de paso de este pueblo es el indiscutible kilómetro cero de su mayor apuesta, el punto de partida de un circuito de turismo rural que arranca en este rincón del partido de Salto y se mete de lleno en la inmensidad del campo siguiendo la huella del Camino Real que transitaban carruajes y caballos en la época colonial.

Los visitantes llegan aquí decididos a completar todo el recorrido que aquí se sugiere de boca en boca, hasta los restos de la Aduana de Carretas (a unos 10 kilómetros), el salto del paraje El Maguay -donde el arroyo Saladillo Grande se agita repentinamente antes de volcar sus aguas mansas en el río Salto- y las ruinas de un molino harinero construido en 1856, la industria precursora del pionero David Lanata, que embarcó la primera exportación de harina argentina a Estados Unidos y fue arrasada por un incendio en 1931.

Sin embargo se torna complicado abordar el tramo por esos sitios históricos una vez que se descubre la fachada roja del restaurante de campo Don Pascual y la pared de ladrillos que enmarca la entrada pintada de verde de la panadería de Ricardo.

Turismo rural en La Invencible. Foto Turismo Salto y @turismopbaTurismo rural en La Invencible. Foto Turismo Salto y @turismopba

La “esquina de Pascual” que se escucha una y otra vez cuando los pobladores hablan refieren al presente y el pasado abarca también la rotonda central y el mástil de la bocacalle, una suerte de sencillo homenaje a Don Pascual, el respetado dueño del bar y hospedaje del pueblo, fallecido hace medio siglo.

En esos tiempos de intensa actividad agrícola, el ramal Lacroze-Rojas del Ferrocarril Urquiza era un medio indispensable para el traslado de los peones de campo.

Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe. Foto Turismo Salto y @turismopbaIglesia Nuestra Señora de Guadalupe. Foto Turismo Salto y @turismopba

Hoy, entre las mejores imágenes que los memoriosos rescatan el pasado local aparecen invariablemente el carácter afable del bolichero del pueblo y el entusiasmo que despertaba cuatro veces al día la llegada del tren a la estación La Invencible o Kilómetro 187, otra pieza clave que quedó en recuerdo añorado.

La Invencible está a 200 km de Capital. Foto La InvencibleLa Invencible está a 200 km de Capital. Foto La Invencible

El legado de Don Pascual revive también en cada una de las exquisiteces del comedor que abrió Susana Cantelmi en diciembre de 2004. La mujer se propuso honrar la figura de Don Pascual y, sobre todo, retomar el legado de Cristina, su abuela calabresa que deleitaba por igual a los productores rurales y sus empleados con inigualables ravioles con estofado.

Ese proyecto acotado, inicialmente destinado al paladar de familiares y vecinos, creció desmesuradamente y ahora Susana y su hija Sandra -asistidas por Stella Maris Vázquez, auxiliar en la Escuela Rural N° 10 José Manuel Estrada, nacida en Santa Lucía, cerca de San Pedro, y radicada en La Invencible desde hace 35 años- se multiplican para satisfacer a comensales.

La gente llega desde Salto, Pergamino, Arrecifes, Carmen de Areco, Rojas, Chacabuco o Junín decididos a poner a prueba las virtudes de esas pastas tan afamadas, así como el menú completo de este derroche de sabores caseros: picada de bondiola y queso, empanadas dulces de carne al horno de barro, sorrentinos de jamón, ricota y nuez, además del mentado raviolón de espinaca y pollo.

El mástil y la rotonda de la esquina principal de La Invencible.El mástil y la rotonda de la esquina principal de La Invencible.

El mismo buen gusto por la gastronomía asoma justo enfrente, calle por medio, en el pan de campo y la galleta trincha que reparten Ricardo Vilamitjana y su esposa Mary.

Desde el otro lado del mostrador, el panadero del pueblo se revela enseguida como un servicial anfitrión que muestra orgulloso el horno a leña que le dejó su padre y sugiere andar sin apuro por la mínima urbanización del pueblo.

La tardecita con sol tibio se presta para el paseo, aunque la inmensa mayoría del centenar de habitantes parece sumida en una larga siesta.

Calles calmas, grandes espacios verdes y muchas historias para contar. Foto La InvencibleCalles calmas, grandes espacios verdes y muchas historias para contar. Foto La Invencible

La quietud generalizada más allá de la esquina más convocante deriva la atención en la nomenclatura de las calles, bautizadas con nombres de La Invencible, el regimiento de soldados blandengues acantonado en un fortín de la zona en la época colonial.

Algún discreto movimiento de pájaros y niños jugando se vislumbra en la plaza principal, simétricamente trazada entre los árboles que bordean una cancha de fútbol.

Esos sonidos tenues y el lejano rumor de un vehículo que se aleja no alcanzan a quebrar los silencios que revisten las veredas, la Capilla de Guadalupe, los enormes silos de la estación abandonada y la puerta de entrada del Centro Recreativo La Juventud Rural.

El abandonado edificio de la Aduana de Carretas, cerca de La Invencible.El abandonado edificio de la Aduana de Carretas, cerca de La Invencible.

Al sol le queda un resto y es momento de embarcarse en el segundo tramo del recorrido. Un sendero apunta recto hacia el horizonte de parcelas cultivadas, como una señal que indica el rumbo a los turistas para descubrir otras marcas visibles del patrimonio histórico y natural que confirman el encanto de La Invencible.

Cómo llegar a La Invencible

  • Desde la ciudad de Buenos Aires hasta La Invencible son 200 kilómetros por Acceso Oeste hasta Luján y ruta 7; pasar Carmen de Areco y girar a la derecha por ruta 31.
  • Combi Tapi Tours desde Anchorena y Carlos Gardel o Coronel Díaz y Charcas hasta Salto, $ 16.000 ida.
  • También llega el micro Cóndor Estrella.
  • Remís Mitre para 4 pasajeros de Salto a La Invencible (13 km), $ 9.500 (02474- 422-626).

Dónde alojarse

  • En La Invencible, cabaña La Escondida: la noche para 4 personas con desayuno, ropa blanca, cocina, heladera, wi-fi, horno de barro y parrilla, $ 30.000 (02474- 15674051).
  • En Salto, hotel Martita: habitación doble con desayuno y wi-fi, $ 25.000 (02474- 424-938 / www.hotelmartitasalto.com). Hotel Claus: habitación doble con desayuno, wi-fi, cochera, pileta climatizada, gimnasio y sauna, $ 71.000 (02474- 423-508 / info@hotelclaus.com.ar).
Vista de la calle principal de La Invencible, partido de Salto. En primer plano, la panadería de Ricardo.Vista de la calle principal de La Invencible, partido de Salto. En primer plano, la panadería de Ricardo.

Cuánto cuesta

  • Restaurante de campo Don Pascual: almuerzo con entradas, empanada, pastas libres y postre, $ 9.500; de 3 a 10 años, $ 7.500 (02474- 15561680 / 02474- 15674051).

Dónde informarse

  • (02474) 424-860 / (02474) 15512552
  • www.salto.gob.ar



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