aseguran que reabrirán la pasarela a la Garganta del Diablo antes de las vacaciones de invierno

Los trabajos de reconstrucción de la pasarela a Garganta del Diablo, en Cataratas del Iguazú, Misiones, ingresó en su tramo final y desde la empresa Iguazú Argentina adelantaron que el paseo podrá reabrir antes de las vacaciones de julio, dos meses antes de las estimaciones iniciales.

A los operarios les resta completar los trabajos en la zona más crítica: el balcón que permite asomarse al cañón del Iguazú.

Con el agua hasta la cintura, los trabajadores rescataron gran parte de los tramos de pasarelas desprendidos de los pilotes por la creciente de octubre 2023 y quedaron depositados sobre el lecho del Iguazú Superior.

Otros tuvieron que ser repuestos porque la fuerza del agua hizo que se cortaran los cables de sujeción y terminaran precipitándose al vacío desde 80 metros de altura.

El bajo nivel del río permitió que los trabajos de recuperación e izamiento hasta los pilotes de hormigón se realizara en tiempo récord.

Ahora los operarios realizan las tareas de reparación de las vías del tren ecológico que lleva a los turistas hasta el ingreso a la pasarela ya recuperada. Es que el agua arrastró las piedras partidas sobre las que se asientan los durmientes y vías.

Desde Iguazú Argentina dijeron que “se examinaron los trabajos de vibrado con la máquina bateadora de balasto y de alineado de vías”, paso fundamental para que la formación vuelva a circular por la zona.

Una vez finalizada la recuperación de las vías, la empresa encarará el último tramo de las tareas para que los turistas puedan disfrutar de la totalidad de los recorridos: el balcón de Garganta del Diablo.

En ese lugar deberán primero establecer si los anclajes y pilotes no sufrieron daños por la acción del agua, para luego reponer gran parte del piso y barandas. Se trata de pisos y barandas metálicas que se tuvieron que fabricar, ya que la creciente arrastró todo a su paso.

Las tareas de recuperación de Garganta del Diablo comenzaron en febrero pasado, luego que la empresa concesionaria de los servicios y Parques Nacionales acordaran el inicio de los trabajos. La campaña electoral primero y el recambio de Gobierno después, provocaron un significativo retraso.

En octubre 2023 hubo precipitaciones extraordinarias en las altas cuencas del río Iguazú, en Brasil. Las centrales hidroeléctricas no pudieron retener el enorme caudal y abrieron las compuertas, lo cual hizo que el río creciera rápidamente.

En pocas horas, el caudal del Iguazú se multiplicó por 17 veces y alcanzó los 24.200 metros cúbicos por segundo, situación que llevó a Parques Nacionales a cerrar los paseos por cuestiones de seguridad.

Los operarios de Iguazú Argentina iniciaron un proceso preventivo que busca evitar daños estructurales en los pilotes que sostienen la pasarela de 1.100 metros: quitaron los bulones de anclaje y rebatieron las barandas, de manera tal que la fuerza del agua o el impacto de algún árbol que fuese arrastrado por la corriente, las desprenda y deposite en el lecho del río.

Una vez que el río volvió a su nivel normal, se estableció que fueron 76 de los 99 los tramos que se soltaron de los pilotes.

La gerente de la empresa Iguazú Argentina, Carol Da Rosa, detalló en su momento que además de la pasarela y las vías, debían reconstruirse los sanitarios y parte de la estación en la que el tren ecológico finaliza su recorrido.

La pasarela que conduce a Garganta del Diablo ya había sufrido daños en octubre de 2022. En esa oportunidad el caudal llegó a los 16.500 metros cúbicos por segundo y causó el desprendimiento de 55 tramos. La recuperación del paseo demandó cuatro meses.